Pan para hoy, hambre para mañana – En palabras de Paula Aldea

El 2021 ha llegado pisando fuerte para el sector de la automoción. Enero inauguraba el año con un desplome de las ventas de un 51,5%. Además, el Gobierno paralizaba el Plan Renove y, al desolador panorama, se ha sumaba la reciente subida del impuesto de matriculación. Gerardo Pérez, presidente de Faconauto, habla de catástrofe y de sus consecuencias para el mes de febrero.

Paula Aldea. Responsable de Marketing, Comunicación y Ventas en Carsarobe.

Según las asociaciones Anfac, Faconauto y Ganvam, las ventas en automoción están viviendo un retroceso histórico que no se vivía desde 1989. A la visita de Filomena y las restricciones del Covid19, se unían el pasado enero la subida del impuesto de matriculación y la suspensión del Plan Renove. Un panorama que no podía augurar otro resultado: el hundimiento de las ventas en vehículo nuevo, pero también de ocasión.

Un marco que, irónicamente, a priori supone un soplo de aire para el sector de la posventa. Si no hay venta de vehículo nuevo, el parque envejece y eso se traduce en coches con más años y mayores reparaciones o puestas a punto. Un arma de doble filo. Primero, porque se tiende a “cuidar peor” a los coches de más años. Segundo, porque haciendo uso del refranero español, es “pan para hoy, pero hambre para mañana”.

El teletrabajo también suma

El teletrabajo también ha influido en las negativas cifras que se han vivido este enero. Y es que la necesidad de desplazarse a diario es mucho menor. Si bien es cierto que, quienes se ven obligados a acudir presencialmente a las empresas, prefieren hacerlo en transporte privado que en transporte público. De nuevo, dos caras de una misma moneda.

Las flotas tampoco han cubierto expediente, ya que la crisis derivada de la pandemia está obligando a muchas empresas a no renovar sus vehículos.

Parque más viejo, coches más peligrosos

Y el resultado, una media de 12´5 años del parque. Vehículos que requieren más reparaciones, con más averías, pero a los que se mima menos y que se tornan mucho más peligrosos.

Además, en España ya de por sí cuesta invertir en mantenimiento, el gran aliado de los talleres. De hecho, en estas últimas semanas la Asociación de Entidades Colaboradoras de la Administración de la Inspección Técnica de Vehículos (AECA ITV), ha denunciado en un informe que 45 de cada 100 coches en carretera no tienen la ITV en regla. Y a esta noticia se suma el estudio lanzado por Race y Goodyear, que advierte que en un 5% de las inspecciones técnicas de vehículos se han detectado problemas en los neumáticos.

La suma de estos factores no es en absoluto alagüeña. Gernardo Pérez, presidente de Faconauto, lo ha denunciado en EsRadio esta misma semana calificando la situación de drama: drama medioambiental (coches más antiguos, mayores emisiones), drama en la empleabilidad (aunque la posventa se ve reforzada, los puestos que no se cubren en la venta son superiores) y drama generalizado en el sector (en el que habría, según sus palabras, que modificar algunos mecanismos como la fiscalidad, penalizaciones por antigüedad, etc.).

Una situación que no parece que vaya a levantar cabeza en el presente mes de febrero.

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