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¿Te has peguntado cuales son los 8 motivos más comunes por los que los coches entran a los talleres?


En este artículo te indicamos cuáles son:


1) Aceite y filtro de aceite.


Estos dos elementos son la principal causa por que se acude al taller. Aunque depende del tipo de aceite empleado, lo habitual es sustituir ambos anualmente o cada 10.000km o 15.000km. Lo adecuado es seguir las indicaciones del fabricante respecto al intervalo recomendado para el cambio de los mismos. Y recuerda que si el motor es el corazón del coche, el aceite es su sangre.


2) Filtro Anti polen.


Este elemento es el encargado de retener el polvo, polen y otras partículas que se encuentran en suspensión en el aire, impidiendo así que estas lleguen al interior de habitáculo y causen alergias o malestar en los ocupantes del vehículo. Su intervalo normal de sustitución varía entre los 15.000 y los 30.000km, aunque, dependiendo de las condiciones en las que circula el vehículo habitualmente, puede ser necesario sustituirlo incluso antes. Por ello se recomienda revisar su estado anualmente en el taller.


3) Filtro de aire.


Si el filtro de polen se encarga de limpiar el aire que llega al habitáculo del vehículo y proteger a sus ocupantes, el filtro de aire realiza una función similar pero protegiendo al motor de impurezas que, de penetrar en él, podrían dañarlo.


4) Escobillas y liquido limpiaparabrisas.


Revisar el nivel del depósito del líquido limpiaparabrisas, así como el estado de las escobillas, es una operación sencilla que puede evitar más de un disgusto. No se debe reponer el depósito del líquido limpiaparabrisas sólo con agua, salvo que sea de manera puntual en una emergencia. El líquido limpiaparabrisas, además de agua y detergente, contiene alcohol para evitar que el líquido se congele en invierno.


5) Filtro de combustible.


Como con el resto de filtros del vehículo, el filtro de combustible debe ser sustituido periódicamente para evitar que las impurezas del combustible lleguen al sistema de inyección, pudiendo ocasionar averías muy costosas. Para saber cuándo debemos cambiarlo debemos consultar la información que nos proporciona el fabricante o acudir al taller para que nos asesoren respecto del mismo.


6) Pastillas de Freno.


La mayoría de vehículos modernos incluyen un testigo en el cuadro de instrumentos que indica cuándo se debe acudir al taller para sustituir las pastillas antes de que lleguen a su límite de desgaste. No obstante, revisar su estado en cada mantenimiento es una práctica habitual en los talleres. Además, es importante seguir las recomendaciones de los expertos y ante cualquier ruido, vibración o falta de rendimiento que se perciba, se debe que acudir inmediatamente al taller. No debemos obviar que la seguridad del vehículo está directamente relacionada con los frenos.


7) Rellenado de niveles.


Al abrir el capó de un vehículo aparecen un sinfín de depósitos que contienen diferentes líquidos. Aunque se desconozca la función de cada uno de ellos o su contenido, una buena práctica es revisar que el nivel de todos los líquidos se encuentra entre la marca de MIN y MAX. Si no podemos ver dichas marcas con claridad o no estamos seguros de si es correcto o no, lo mejor es acudir a nuestro taller de confianza. Existen diferentes tipos de anticongelante, liquido de freno e.t.c. pero no deben rellenarse si no se está absolutamente completamente seguro.


8) Líquido de frenos.


Este líquido, junto con el resto de componente del sistema de frenos, es uno de los máximos responsables de la seguridad de los ocupantes del vehículo. Recuerda que debe sustituirse periódicamente según indica el fabricante. Si no se dispusiera de este dato, lo recomendable es cambiarlo cada aproximadamente 2 años o 30.000km.



Los principales motivos por lo que acudimos al taller son revisar o reponer líquidos, filtros y/o sustituir elementos de desgaste. Pese a que muchas veces no le damos la importancia que merecen, gracias a ellos viajamos más seguros y confortables. Además, su mantenimiento regular evitará averías mucho más costosas.